- Hace mucho tiempo cuando la Hondonada de las hadas era muy
joven un duende y un hada se enamoraron. El procedía del invierno y ella de una
estación cálida estaban fascinados el uno por el otro y cada día al ponerse el
sol se veían en la frontera donde la primavera roza el invierno. Pero cuando su
amor creció desearon estar juntos y compartir ambos mundos asique ignoraron el
peligro y cruzaron uno se rompió un hala para lo cual no existe remedio. A partir
de aquel día la reina Clarion estableció que nadie cruzara la frontera y yo accedí
a que nuestros mundos permanecieran separados para siempre.
- ¿Y los enamorados? ¿Qué fue de ellos?
- Renunciaron a su amor.
Un día un hada joven de una estación cálida encontró a un
hada, a la cual le ocurría lo mismo que a ella; nada más cruzar la frontera
hacia la estación de invierno sus halas brillaron, como nunca antes lo habían hecho.
Pero no era posible que estuvieran juntas, pues el peligro era demasiado
grande. Cuando las heladas del invierno fueron tan grandes que comenzó a
helarse la estación cálida, una de las hermanas fue a avisar a la otra.
Consiguieron que cada estación mantuviese su estado, pero el hada de la
estación cálida se rompió un hala. El hada del invierno al verla exclamó:
-¡Oh! Cuando volaste al invierno… Por eso te caíste… ¿Por qué
no me lo dijiste?
-Teníamos que salvar la estación, además un hala rota no
tiene remedio.
-Todo esto ha pasado por intentar manteneros separadas. Pero
no volverá a pasar, debéis estar juntas.
Los dos enamorados se cogieron de la mano, viendo como las
dos hermanas saltaban de alegría.
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